El hinduismo es una de las religiones más antiguas que existen, y debido a esto se pueden observar que tienen varios conceptos e interpretaciones muy profundas e interesantes de lo que podría ser la compresión de la vida, el mundo y todas las fuerzas o energías que en él se desenvuelven. Entre estas se encuentra el Maya, un término sánscrito que se ha utilizado para determinar lo que es la realidad de la ilusión o espejismo, aunque esto es solo la tapa del frasco, por eso, en este artículo trataremos más a profundidad que es lo que significa Maya para el hinduismo.
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Que significa maya para el hinduismo
El término sanscrito Maya etimológicamente significa “medida” pero la traducción más usual que solemos encontrar es la de ilusión. Se le llama medida ya que la realidad es infinita y por lo tanto no puede ser sujeta a medición, por ende cualquier medición que haga la mente sobre la realidad es una ilusión. Unos ejemplos de esto son la concepción del tiempo y espacio.
Para cualquier ser humano practicante de alguna religión, es de suma importancia distinguir la realidad de la ilusión, y aquí es donde justamente entra Maya que significa justamente ilusión, fantasía, irrealidad. Esto que es vital para poder distinguir entre actos que pongan en peligro su bienestar físico y espiritual.
Varias de las ramas de la religión hindú definen que Maya es una deidad que gobierna y se encarga de manifestar de manera interminable la ilusión y el sueño de la realidad en el universo, lo cual quiere decir que cada ser u objeto material, es un breve momento en un universo ilimitado. Buscando con esto es la autorrealización espiritual, donde cada cosa tiende a formar parte de un todo.
Velo de maya
El Velo de Maya suele interpretarse como el velo de la ilusión que separa toda la existencia material de la existencia espiritual. Trascender el Velo de Maya significa vencer el espejismo, la irrealidad y la ignorancia y las limitaciones que nos impiden conocer la realidad, es cuando empezamos a comprender realmente la verdadera naturaleza de nuestra unión en armonía con el Todo, es cuando dejamos de juzgar, ya que juzgando no terminamos aceptando la realidad tal y como se presenta, sino que le adjudicamos calificativos o etiquetas: que si es buena, hermosa, fea o mala, etc.
El velo de maya viene a ser la ilusión producto de las creaciones de nuestros propios pensamientos, si lo pensamos con detenimiento, siempre tendemos a medir, estructurar, separar y categorizar las cosas y eventos, que son los que le dan forma las realidades en nuestra naturaleza humana. Cuando tomamos nuestros propios conceptos como realidades, es cuando podemos decir que estamos bajo el Velo de Maya.
Normalmente lo que impide que percibamos lo real es la proyección e identificación que producimos con el mundo material, desarrollamos un vínculo con este mundo que puede traducirse en una necesidad de acumular cada vez mas dinero y bienes con el propósito de sobrevivir, necesidades que son creadas por nuestro ego donde caemos en un círculo vicioso donde mientras más se posee más cosas se desean inflando aún más nuestro ego.
Todo esto nos alejan de poder percibir cual es la realidad detrás de la ilusión del mundo material y cuando confundimos el exterior, el mundo material y la conceptualización con la realidad, entonces permanecemos atados a la ilusión, siendo este espejismo uno de los lazos que nos mantienen vinculados con la rueda del Karma.
Otro impedimento para ver la realidad es la oscuridad proveniente de los malos pensamientos e intenciones que suelen crearse en nuestro ser con pensamientos y sentimientos negativos de odio, miedo, ansiedad, discordia, el juzgar a los demás, impidiendo que percibamos la realidad del mundo.
La búsqueda constante por saber la realidad sobre nuestra existencia, de saber que hay más allá de lo que percibimos a través de nuestros 5 sentidos, es lo que permitirá develar el Velo de Maya y vislumbrar lo que oculta el misterio de la vida.
Al develar el Velo de Maya nos damos cuenta de que formamos parte de algo más y que estamos en armonía con toda la naturaleza. Significa que experimentamos de forma total y completa, que todo, incluyéndonos, somos parte de la gran energía del universo y que debemos actuar de acuerdo a esto.
A lo que se refieren todos estos conceptos es que si llegamos a comprender realmente que nuestra mente y nuestros sentidos nos “engañan”, y que la realidad verdadera se encuentra en nuestro espíritu, en nuestra alma. Esta zona inmaterial, la cual es muy profunda y corresponde a nuestra verdadera esencia. Todo esto forma parte de la experiencia de descubrir cuál es la realidad y cuál es la ilusión en el desarrollo de nuestro ser espiritual.